Patrones de apego temeroso-evitativo

¿Quieres amor, pero cuando alguien se acerca demasiado te dan ganas de salir corriendo? En este post hablamos del apego temeroso-evitativo: un patrón emocional que mezcla deseo de intimidad con miedo profundo al vínculo. Desde una mirada psicoanalítica y amorosa, te ayudo a entender por qué pasa, cómo se manifiesta y por qué no es tu culpa.

VÍNCULOS Y AFECTOS

Darialys Perez

4/14/20251 min read

¿Quieres estar cerca… pero también lejos? ¿Sientes una necesidad enorme de conexión emocional, pero cuando alguien se acerca demasiado, algo en ti se bloquea o se quiere escapar?

Bienvenida al (complicado y a veces doloroso) mundo del apego temeroso-evitativo.

Un patrón vincular que mezcla dos movimientos internos muy intensos: el deseo profundo de amar y ser amada, y al mismo tiempo, el miedo a ser lastimada, abandonada, expuesta o invadida.

Sí, una especie de quiero que me abracen, pero no tanto.

Este tipo de apego suele desarrollarse en personas que crecieron en entornos donde el amor fue impredecible: a veces estaba, a veces dolía, a veces no sabías si podías confiar. Entonces aprendiste a necesitar el vínculo… pero también a protegerte de él.

Es importante que sepas que esto no es “ser complicada”, ni “sabotearte a propósito”. Sino que es una forma de supervivencia emocional: tu psique intenta protegerte de repetir heridas del pasado. Solo que, en el intento, muchas veces termina alejando lo que más deseas.

¿Cómo se vive el apego temeroso-evitativo?

• Te cuesta confiar aunque lo desees profundamente.

• Eres hipersensible al rechazo, pero evitas abrirte demasiado para no exponerte.

• Idealizas al otro al principio… y después encuentras mil defectos para alejarte.

• Tienes miedo a perder a alguien, pero también miedo a perderte a ti si te acercas demasiado.

• Puedes pasar del “lo amo” al “no sé si esto es sano” en un solo fin de semana.

• Y sí, muchas veces sientes que no hay lugar donde estés tranquila emocionalmente.

Ya te digo: esto tiene sentido. Y también tiene tratamiento.

¿Para qué sirve trabajarlo en terapia?

• Para reconocer tus patrones sin culparte.

• Para comprender el origen emocional de tu modo de vincularte.

• Para aprender a sostener la cercanía sin pánico, sin autosabotaje y sin dejar de ser tú.

• Para construir relaciones donde no tengas que elegir entre amar y sentirte a salvo.

Porque no se trata de dejar de amar. Se trata de aprender a amar sin que tu historia pasada tome todas las decisiones.

¿Te resonó algo de todo esto?

Escríbeme cuando quieras. Este espacio también es para quienes se quieren acercar… aunque sea con miedo.

Amar lo que es... Sanar desde la raíz.